"La vida exige a todo individuo una contribución y depende del individuo descubrir en qué consiste".
Frankl desarrolló una antropología propia cuya declaración principal era, que la persona se caracteriza por una dimensión existencial (es decir, específicamente humana) que la diferencia del resto de seres vivos. Frankl la llamó dimensión noética (del griego nóus: espíritu, inteligencia). A partir de esto sus investigaciones se centraron en cómo fertilizar esta dimensión noética para aliviar y superar los trastornos mentales.
Fue así como formuló su terapia, denomina logoterapia, está es una corriente psicológica que puede encuadrarse entre las denominadas “escuelas existenciales.” Basándose en su concepción antropológica, la cual considera al ser humano como un ser “bio-psico-socio-espiritual”, haciendo hincapié en la búsqueda de sentido de la vida y en la temática de los valores. La palabra logototerapia, deviene de la palabra griega logos, que significa estudio, palabra, espíritu, Dios o significado, sentido, siendo ésta última la acepción que Frankl tomó. A pesar de que exista determinismo dentro de la dimensión psicológica, hay libertad dentro de la dimensión noética, la cual se definiría como la dimensión de los fenómenos específicamente humanos.