Carl Gustav Jung

La psicología Jungiana se centra en el establecimiento y el fomento de las relaciones entre los procesos conscientes e inconscientes. Jung formuló una teoría del inconsciente personal y colectivo. El inconsciente personal, se compone de los recuerdos olvidados, las experiencias reprimidas y las percepciones subliminales. Debido a su irrelevancia simplemente se eliminan de la conciencia.
El  inconsciente colectivo, también conocido como inconsciente impersonal o transpersonal, son universales y no se basan en la experiencia individual. Se origina en las experiencias comunes a todas las personas.

Jung mencionaba que la individuación era una tarea difícil cuanfo se emprende de manera consciente, por lo que la persona debe gozar de buena salud psicológica para sortear con éxito el proceso.

El yo debe ser lo suficiente fuerte para sobrellevar unos cambios radicales que, en ocasiones, tastocan por completo las cosas en el proceso de la individuación.

Cada etapa del proceso de individuación se acompaña de dificultades. Cuando la persona no tiene conciencia de la sombra fácilmente da rienda suelta a sus impulsos destructivos sin siquiera reconocerlos como tales o sin percatarse de sus propios sentimientos negativos. Enfrentar el ánima (varones) o el ánimus (mujeres)  puede dar lugar al problema que implica relacionarse con el inconsciente colectivo.

El individuo expuesto a los materiales colectivos corre riesgo de que éstos lo absorban. Mediante la posibiidad de una infatuación del yo, en la que la persona se adjudica todas las virtudes y el conocimiento de la psique colectiva. La reacción contraria es la impotencia del yo; ahí uno siente que no tiene control sobre l psique colectiva y adquiere una conciencia dolorosa de los aspectos menos aceptables del inconsciente, como irracionalidad.

Un arquetipo importante es el yo, este proporciona un sentido de coherencia y dirección en la vida consciente. Proviene del inconsciente y reúne diversas experiencias y recuerdos, con lo que establece la división entre consciente e inconsciente. La persona es la que protege al yo y la psique de diversas fuerzas y actitudes sociales que intentan imponérseles. La persona es la apariencia que ofrecemos al mundo.
Por ello cuando el yo se identifica con la persona, el individuo cree que es lo que aparenta. La mejor defensa contra la infatuación del yo es recordar nuestra humanidad esencial, así como no perder de vista la realidad de lo que se puede ys e debe hacer, no de lo que se debería hacer o ser.